A nivel personal somos clientes de Book and Glow desde hace años, es más, ese es uno de los motivos principales que nos impulsaron a crear esta tienda online, conocer y amar el producto. Pero cuando allá por 2018 unos amigos nos regalaron nuestra primera velita, pensamos que no requería ningún cuidado especial, y si bien es cierto que la mayor parte de ellos son sencillos y lógicos, os vamos a contar lo que mejor nos ha funcionado para tener las velitas siempre perfectas. ¡Después de más de 50, le tenemos el truco bien cogido!
1. Deja que la superficie se derrita antes de apagarla.
Cuando prendas tu velita, espera a que se derrita por completo la capa superficial antes de apagarla, no enciendas la vela solo "para un ratito", pensando que de ese modo te durará más, porque es al contrario. Dependiendo de la vela, puede tomar entre 1 y 2 horas que se derrita toda la superficie. Esto dependerá también de la temperatura que haga en la habitación.
Si la apagas demasiado pronto, se irá formando lo que se llama efecto túnel, que puede ser salvable si no es muy grave, pero que también puede arruinar tu velita si es demasiado pronunciado. Si ya tienes un túnel en tu vela, más abajo te contamos cómo intentar arreglarlo.
En la imagen puedes ver un ejemplo de una superficie correctamente derretida.
2. No te fíes del primer encendido
Ni en cuestión de intensidad ni en cuestión de tiempo. El primer encendido suele tener un aroma más sutil, pues la cera de la capa superior ha estado en contacto con el aire. Incluso puede que necesite un par de encendidos para que su aroma despliegue todo su potencial, así que antes de juzgar al 100% si una vela te convence o no, recomendamos darle 2 encendidos.
Ese primer encendido también suele quemar más rápido, así que, aunque tarde solo 40 minutos en derretir toda la superficie la primera vez, es muy probable que en posteriores encendidos tarde algo más.
3. No tengas tu vela demasiado tiempo encendida
Del mismo modo que te decimos que debes dejar derretir la superficie, también te recomendamos que apagues la vela una vez que esto suceda, o si acaso la dejes solo un ratito más. Es preferible apagarla, dejar que se solidifique de nuevo y volverla a encender (esto suele ser una media hora 40 minutos aproximadamente, y la vela seguirá desprendiendo aroma de todas formas) que tenerla durante muchas horas seguidas, pues el calor que desprende la mecha y toda la cera derretida hará que se consuma todo cada vez más rápido y la vela te durará menos.
En la imagen puedes ver una vela que lleva demasiado tiempo encendida, alrededor de 3 horas y media.
4. Corta la mecha antes de cada uso
Una vez que hayas encendido tu velita un par de veces, verás que, cuando se solidifica, se queda un capuchón de carbón en la parte superior de la mecha. Eso debes retirarlo para evitar que la llama sea demasiado potente, se doble y consuma antes tu velita. Puedes hacerlo con la mano o con unas tijeras pequeñas.
También verás que lo que sobresale de la mecha es más largo que antes. Pues bien, a más grande tengas la mecha, más alta será la llama, más rápido quemará y menos te durará la vela. Además, una mecha demasiado larga puede doblarse sobre sí misma y quedarse enterrada en la cera, siendo bastante engorrosa de recuperar.
Sin embargo, una mecha demasiado corta puede ahogarse cuando se derrita la cera a su alrededor, así que mantén siempre tu mecha con una altura aproximada de medio centímetro (más o menos tal como viene cuando está sin usar).
En la imagen puedes ver una mecha que se ha doblado sobre sí misma y que ha quedado enterrada en la cera una vez se ha secado. Esto suele suceder cuando a la velita le queda poco contenido y la mecha es muy grande, ya que el soporte de la mecha baila en el tarro por su propio peso.
Cómo apagar y encender una vela
Parece algo sin importancia, pero en realidad tiene su aquél!
Para encender tu velita puedes usar una cerilla o un chispón. Si usas una cerilla, te recomendamos que sea de las largas para que no te cueste prender la mecha, sobre todo cuando tienes la vela bastante usada ya.
Para apagarla, hay varias opciones:
- Soplar la llama: Esto hará que salga una pequeña columna de humo con olor a "quemado" que a mucha gente le molesta. Intenta hacerlo cerca de una ventana abierta para que se disipe rápidamente.
- Tapar la vela: Si tapas la vela, el oxígeno se consumirá y se apagará la llama. Sin embargo, esto dejará marcas negras en la parte interior de tu tapa, y puede provocar que el aroma de la velita se altere y huela "ahumado" en siguientes encendidos, ya que todo el humo se queda en contacto con la cera derretida dentro del tarro. No lo recomendamos.
- Usar un apagavelas: Es más o menos como la primera opción, pero el humo queda concentrado dentro de la campana y no molesta tanto. Es nuestra forma favorita de hacerlo.
Tengo efecto túnel, ¿Cómo puedo arreglarlo?
Hay varias maneras para intentar arreglar un efecto túnel, aunque ninguna es infalible.
Si no es muy grave, es decir que la mayor parte del diámetro de tu vela está derretida y que solo te queda cera por las paredes del frasco, puedes arreglarlo. Cuando enciendas la vela, deja la mecha bastante alta, no la cortes durante un par de usos. Una vez esté altita, espera a que llegue a ese borde y baja la cera de los laterales con una cucharilla de café, ya que estarán muy blanditos. Hazlo poco a poco para ir comprobando que tu mecha no se ahogue.
Si hay más cera de la que tu mecha puede soportar, retira lo que esté derretido a otro frasquito de cristal. Podrás reincorporarlo más adelante o usarlo como melt. De esta manera podrás ir bajando poco a poco con la cucharita la cera que tengas por las paredes del frasco hasta volver a dejarla nivelada.
Si el túnel es bastante pronunciado y las paredes gruesas, como en la imagen, te recomendamos que forres la velita con platina al encenderla, dejando la parte superior abierta, obviamente. De esta forma se concentrará el calor y será más fácil de recuperar. Luego sigue el mismo proceso, con una mecha alta para que no se ahogue, ve retirando la cera derretida a un frasco hasta que la vela quede recta.